Mucho de su belleza debe Pátzcuaro a su arquitectura tradicional, dispuesta de forma armónica en calles, plazas y edificaciones diversas, propicias para la convivencia humana, el disfrute de la vida y el servicio a la comunidad. Es una delicia transitar por sus calles empedradas que flanquean a un lado y otro las casas de muros de adobe y piedra –casi siempre cantera, de diferentes tonos, en pórticos y ventanales–, pintadas de blanco y rojo-ocre, techadas con tejas, algunas con guardas de tejamanil, y desembocar a sus plazas, ir y venir para admirar sus monumentos, conocer sus palacios y templos, descubrir los secretos que esconde este Pueblo Mágico.
- Plaza Grande
La Plaza Grande lleva el nombre de su ilustre fundador colonial, Vasco de Quiroga, cuya estatua se yergue en la fuente central, zócalo urbano y cultural de la vida en la localidad. En torno están, entre otros edificios, la
- La Casa del Gigante
Construcción del Siglo XVII, en su lado oeste, y en su cara norte el Palacio de Huitziméngari, que en el Siglo XVI habitó Antonio Huitziméngari, hijo del último gobernante purépecha, y ahora sirve como mercado de artesanías. Marco ideal para este espacio abierto, son de admirarse, y gozarse, los portales de sus cuatro costados.
- La Plaza Chica
Dos calles al norte, tiene el nombre de la célebre heroína insurgente Gertrudis Bocanegra fusilada por las fuerzas realistas en la guerra por la Independencia de México, cuya efigie está en un pedestal al centro. A su lado poniente está el mercado y varios edificios con portales; al norte el ex templo de San Agustín, en funciones de biblioteca pública, donde puede apreciarse un mural de Juan O’Gorman que cuenta la historia de Michoacán desde la época prehispánica hasta la Independencia. Junto, se levanta el Teatro Emperador Calzontzin, escenario de diversos eventos culturales y de las más solemnes ceremonias cívicas de la localidad.
Curiosidad al caso, en la contra-esquina sureste de la Plaza Gertrudis Bocanegra está la Pila del Torito, que fue objeto de proceso judicial a causa de que en ella se pegó un jinete persiguiendo a un toro; encontrada culpable de la muerte del hombre, se condenó a la fuente a ser cambiada de lugar y encadenada.
- Nuestra Señora de La Salud
Subiendo la empedrada calle hacia el Este se llega a la Basílica de Nuestra Señora de la Salud, cuya edificación fue ordenada por Vasco de Quiroga sobre las ruinas de lo que fuera el templo de la diosa Cueróhperi de la cultura purépecha. Fue designada Catedral en 1924 y en ella reposan los restos de su fundador. La imagen venerada fue elaborada por artesanos del lugar a pedido del propio obispo Vasco de Quiroga en 1540, ganó fama en poco tiempo por curaciones milagrosas referidas por enfermos indígenas; en 1737 la Virgen de la Salud se convirtió en la patrona de Pátzcuaro, y fue coronada el 8 de diciembre de 1899.
- Colegio de San Nicolás
Al sur de la Basílica se encuentra el antiguo Colegio de San Nicolás, también edificado sobre estructuras prehispánicas, ahora habilitado como Museo de Artes Populares.
- Templo y Ex Convento de la Compañía de Jesús
Al Sur, el templo y ex convento de la Compañía de Jesús, donde ahora funciona un centro cultural en que se exhiben diversas muestras plásticas temporales, y el cual cuenta con una sala de exposición permanente de máscaras de varios estados de la República y de juguetes tradicionales, principalmente de Michoacán.
En la única torre del templo jesuita se encuentra un reloj, regalo de una provincia de España, objeto de singular leyenda sobre un reo condenado a la pena capital cuya ejecución no efectuó porque el reloj no marcó la hora indicada.
- El Sagrario
El Templo de el Sagrario es uno de lo mas visitados y referencia turística de Pátzcuaro, templo que guardó a la Virgen de la Salud hasta su traslado a la Basílica a principios del Siglo XX, distinguido particularmente por sus arcos almenados, y en un ancho andador empedrado.
- Biblioteca Publica
El antiguo Templo de San Agustín es hoy hogar de la biblioteca pública, sus paredes fueron decoradas con murales de Juan O’Gorman, mismos que relatan la historia de Michoacán desde la época prehispánica hasta la Independencia.
- La Casa de los Once Patios
Casa de los Once Patios, que fuera el convento de las monjas agustinas, un exquisito laberinto que hoy se usa como centro de exhibición y venta de artesanías regionales: alfarería, cestería, telas y prendas bordadas, rebozos, juguetes, instrumentos musicales, lacas, maque, cobre, en que se funden técnicas prehispánicas con otras aportadas por la cultura hispana, en fin, trabajos de primor producto de laboriosas manos.
Hay más por ver, en la misma área urbana y en los alrededores, por ejemplo trepar al cerro del Estribo Grande para admirar una panorámica de Pátzcuaro y el lago, casi como meterse en un sueño, en un sueño mágico.